LA HISTORIA DEL GIGANTE DE FLANDES

Esta raza desciende de conejos originarios de la Patagonia Argentina, que se llevaron a Europa durante los siglos XVI y XVII. En la región de Flandes (Bélgica) se conformó y registraron la raza . Algunos viajeros ingleses de la época los llevaron desde Flandes a Inglaterra, desde donde se llevó a Norteamérica en 1880.

A la raza no se le prestó especial atención hasta 1910, fecha en la que se empieza a criar en algunas granjas norteamericanas popularizándose rápidamente. Lamentablemente el Conejo Gigante Patagónico Argentino esta casi extinguido, lo mismo sucederá con nuestra liebre gigante de la Patagonia, la "mara" que llegan a pesar 16 kilos, si alguien no las protege.
La raza es de un auténtico gigante entre las razas cunícolas, el Conejo Gigante Patagónico Argentino es el ancestro de todos los conejos gigantes del planeta, el Belier, el Gigante Español, el Chinchilla Gigante, el Gigante de Bouscat y el Gigante Británico, el color original del Conejo Gigante Patagónico Argentino era de un tipo leonado. Son animales muy dóciles, por lo que su popularidad como animal de compañía es muy alta.
No obstante, si se le causa algún daño puede morder y su fuerza puede causar que la mordedura tenga cierta importancia. Se le utiliza obviamente para carne, no solo por su capacidad de crecimiento, sino por que es lo suficientemente rústico como para aprovechar una gran cantidad de recursos forrajeros naturales abaratando de este modo los costos de alimentación.